Más de 30
- FrancA Pizzarra
- 24 mar 2020
- 1 Min. de lectura

Quiero entrar a tu taller y sentarme a tu lado, para ver cómo cae el acerrin en el piso y cómo baila el polvo en el aire que soplas sobre la madera, envuelto en un rayo de luz que entra por la ventana. Déjame pasarte una toalla para que te seques el sudor y escucharte cantar, mientras perfeccionas tu obra. No me quiero perder los movimientos que haces con tus manos para crear cosas nuevas en mi interior.
Gracias por este nuevo año de vida, Papá. Creo que todavía me quedan muchos años más. Por favor, dame ojos para verte y oídos para escucharte. Ayúdame a aprovechar el tiempo, para conocerte cada día más.
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