Tu voz
- FrancA Pizzarra
- 10 nov 2019
- 1 Min. de lectura

Sentir al Espíritu Santo soplar como una brisa a nuestro corazón, experimentar cómo se refresca nuestra alma acalorada y cómo se alivia el dolor de las heridas es indescriptible. Su amor es el que sostiene mis piernas, es el que me anima a seguir adelante y el que me inspira a soñar. Estoy enamorada, porque Él me amó primero. . . . He estado ausente de las redes porque les estoy preparando una sorpresa y ya empezó la cuenta regresiva. Se pueden imaginar de qué se trata?
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